Injerto capilar: Solución definitiva contra la caída del cabello

Esta técnica es ideal para casos de alopecia avanzada, donde se necesitan trasplantes de hasta 3500 unidades foliculares. Se utiliza principalmente para cubrir áreas sin cabello, realizando incisiones precisas con cuchillas de zafiro. La implantación se hace con pinzas (TTC), lo que permite una mayor precisión. Después del procedimiento, se forman costras que desaparecen en 7 a 10 días. Es una opción ideal para casos grandes debido a su capacidad para cubrir zonas extensas de manera efectiva.

Esta técnica es más adecuada para casos pequeños o de mejora de densidad, donde se realizan trasplantes de hasta 2500 unidades foliculares. Ideal para zonas con cabello existente, esta técnica utiliza un implanter manejado por el cirujano para realizar la implantación de los folículos sin hacer incisiones ni cortes, lo que la convierte en una cirugía menos invasiva. Tras el procedimiento, no se forman costras, aunque pueden aparecer puntos de enrojecimiento, los cuales desaparecen rápidamente. Es una opción más sutil y limpia, ideal para mejorar la densidad del cabello en zonas donde ya hay algo de crecimiento.

El crecimiento del cabello trasplantado comienza a ser visible alrededor de los 3 meses, pero el resultado final se suele ver entre los 6 y 12 meses después del procedimiento.

Los cabellos trasplantados son para toda la vida. Es un autoinjerto que conservará todas las características de su zona de origen.

Las sesiones variarán en función del tipo y grado de alopecia. Por ejemplo, para pequeñas alopecias, será suficiente una sola sesión. En cambio, para grandes alopecias entre dos y tres. El tiempo entre sesión y sesión lo marcará el propio paciente.

Una vez que el cabello haya crecido, se comporta de la misma forma que en su origen.

En el caso de la técnica FUE, las cicatrices son mínimas y casi imperceptibles, mientras que la técnica FUT puede dejar una cicatriz más visible, aunque suele quedar oculta bajo el cabello.

El procedimiento se realiza bajo anestesia local, por lo que el paciente no siente dolor durante la cirugía. Es normal sentir algo de incomodidad o sensibilidad en los días posteriores.

Es importante evitar el sol directo, el ejercicio físico intenso y el uso de productos químicos en el cabello durante las primeras semanas. Además, debes seguir las indicaciones del médico respecto al lavado del cabello y cuidado de la zona tratada.

Sí, es posible someterse a más de un injerto capilar si es necesario. Algunas personas requieren más de una sesión para lograr el resultado deseado, dependiendo de la extensión de la pérdida de cabello.

Los riesgos asociados a un injerto capilar incluyen:

• Infección: Como en cualquier procedimiento quirúrgico, existe el riesgo de infección en las zonas donde se han extraído o implantado los folículos capilares.
• Hinchazón: Es común que se produzca hinchazón en la frente o el cuero cabelludo durante los días posteriores al procedimiento.
• Sangrado: Puede ocurrir un leve sangrado en las áreas tratadas después de la cirugía.
• Cicatrices: Aunque el injerto capilar suele dejar cicatrices mínimas, existe el riesgo de que se formen cicatrices visibles, especialmente si la técnica no es la adecuada.
• Pérdida de sensibilidad: Es posible experimentar una pérdida temporal de sensibilidad en el área tratada, que generalmente se recupera con el tiempo.
• Pérdida del cabello implantado (shock loss): Es posible que los cabellos trasplantados se caigan temporalmente antes de comenzar a crecer de nuevo, lo cual es parte del proceso normal.
• Resultado insatisfactorio: Existe el riesgo de que los resultados no sean los esperados en cuanto a densidad o distribución del cabello implantado.

Sí, pero los resultados dependerán de la densidad y calidad del área donante. En algunos casos, puede ser necesario combinar tratamientos para optimizar los resultados.

En estos casos, se pueden considerar otras áreas donantes, como la barba o el pecho, aunque estas opciones tienen limitaciones.

Generalmente, se puede lavar con productos específicos y suavidad a partir del segundo día, según las indicaciones de la clínica.

Sí, tratamientos como PRP (Plasma Rico en Plaquetas) o medicamentos como minoxidil y finasteride pueden complementar el injerto y estimular el crecimiento del cabello.

Sí, pero generalmente se recomienda esperar unos días y asegurarse de que no ejerza presión en el área tratada.