Balón Gástrico: ¡Pierde hasta 25kg!

El tratamiento con balón gástrico destaca por su enfoque en la reeducación de hábitos alimenticios y estilo de vida, respaldado por un equipo médico multidisciplinario que proporciona asesoramiento nutricional, atención médica y apoyo psicológico. Una ventaja significativa radica en que este tratamiento es indoloro y mínimamente invasivo, evitando la necesidad de cirugía mediante la aplicación de endoscopia. Además, su ejecución no genera molestias notables, ya que las complicaciones y la duración del procedimiento son mínimas. La clave del éxito reside en el compromiso del paciente, especialmente al modificar los hábitos alimenticios para lograr una pérdida de peso efectiva.

• Evaluación Médica Completa: Antes de la colocación del balón gástrico, se realizará una evaluación médica completa para asegurarse de que el paciente sea adecuado para el procedimiento. Esto puede incluir pruebas de laboratorio, electrocardiograma (ECG) y evaluación de la salud general.
• Evaluación Psicológica: Algunos equipos médicos también realizan una evaluación psicológica para asegurarse de que el paciente esté emocionalmente preparado para el procedimiento y pueda seguir las recomendaciones postoperatorias.
• Planificación de la Dieta Preoperatoria: Se puede requerir que el paciente siga una dieta específica antes de la colocación del balón gástrico. Esto puede ayudar a reducir el tamaño del hígado y facilitar el procedimiento.
• Suspensión de Medicamentos: Algunos medicamentos, como los anticoagulantes, pueden aumentar el riesgo de sangrado durante el procedimiento. El equipo médico puede recomendar suspender ciertos medicamentos antes de la intervención.
• Discusión de Expectativas y Compromiso: Antes del procedimiento, es crucial que el paciente comprenda completamente qué esperar y esté comprometido con realizar cambios en el estilo de vida, como la adopción de una dieta saludable y la participación en la actividad física regular.
• Preparación Emocional: La colocación del balón gástrico puede tener implicaciones emocionales. Los pacientes deben estar preparados emocionalmente para los cambios en su cuerpo, así como para el proceso de pérdida de peso.

Se trata de una técnica endoscópica no invasiva que implica la inserción de un balón de silicona lleno de suero salino en el estómago del paciente, con el propósito de inducir una sensación de saciedad temprana. Esto permite al paciente consumir una variedad de alimentos sin necesidad de seguir una dieta estricta o restrictiva, mientras experimenta una sensación satisfactoria de plenitud.

El procedimiento se realiza mediante endoscopia bajo sedación, siendo rápido y ambulatorio, sin requerir hospitalización prolongada. En aproximadamente 20 minutos, el balón se coloca y el paciente puede ser dado de alta dentro de aproximadamente una hora. Durante las siguientes 48 horas, es común que el paciente experimente síntomas secundarios como náuseas, vómitos o espasmos, los cuales pueden ser controlados eficazmente con medicación y pautas alimentarias líquidas proporcionadas por nuestro equipo.

Después de la colocación del balón gástrico, el paciente sigue un programa de reeducación multidisciplinario dirigido por nuestro equipo de la unidad de obesidad, que incluye médicos, nutricionistas, psicólogos y entrenadores personales. Cada profesional desempeña un papel crucial en abordar la obesidad, reconociendo su naturaleza multifacética y siguiendo pautas de intervención integral.

El programa nutricional se centra en una dieta mediterránea que no excluye ningún alimento, sino que enseña al paciente a gestionarlos adecuadamente. Además, se brinda orientación sobre cómo reintegrarse en la vida social y personal sin sentirse excluido de eventos o celebraciones.

La atención psicológica es esencial para ayudar al paciente a gestionar sus emociones en relación con la alimentación, diferenciando entre hambre física y emocional, y evitando que la comida se convierta en un mecanismo de recompensa o castigo ante el estrés u otras causas emocionales. Se fomenta el autocontrol alimentario y la aceptación de la imagen corporal, abordando posibles distorsiones perceptivas. Por último, se hace hincapié en el mantenimiento a largo plazo, equipando al paciente con herramientas para evitar recaídas y tratando la obesidad como un problema adictivo que requiere una atención continua.