Rinoplastia ultrasónica: precisión y resultados naturales

Es la más popular actualmente, deja una cicatriz casi imperceptible en la zona de la columela, la parte que une la punta y la base de la nariz. A través de esta incisión, se interviene la estructura interna de la nariz para tener más visibilidad de la zona a tratar.

Se basa en incisiones internas, es decir, endonasales, y no deja ningún tipo de cicatriz visible, ya que la intervención se lleva a cabo a través de las fosas nasales.

Se recomienda descansar boca arriba durante los primeros días para prevenir posibles daños en la zona de la nariz. Mantener la cabeza elevada también es aconsejable para optimizar la recuperación.

Durante la primera semana, es crucial descansar y evitar ejercicios intensos, como levantar objetos pesados, durante al menos 15 días después de la operación para asegurar una recuperación adecuada.

Se recomienda abstenerse de usar gafas hasta recibir la autorización del especialista, ya que la presión que ejercen en la zona de la nariz puede ser perjudicial durante la fase inicial de recuperación.

La sensación de congestión nasal en los primeros días es normal. Aunque el posoperatorio no es doloroso, pueden surgir molestias. Se aconseja evitar sonarse la nariz para prevenir posibles hemorragias, y en caso de hacerlo, hacerlo de manera suave.

Los riesgos asociados a la rinoplastia ultrasónica incluyen:

• Infección: Como en cualquier cirugía, siempre existe el riesgo de infección si no se siguen los cuidados adecuados.
• Hematomas y moretones: Es común que se presenten moretones en la zona nasal y alrededor de los ojos después del procedimiento.
• Inflamación prolongada: Aunque la tecnología ultrasónica reduce el trauma, es posible que la inflamación dure más tiempo en algunos pacientes.
• Asimetría: Los resultados pueden no ser completamente simétricos, lo que podría requerir ajustes posteriores.
• Dificultades respiratorias: Al modificar la estructura nasal, puede haber una dificultad temporal para respirar debido a la inflamación.
• Cicatrices: Aunque la técnica es menos invasiva, aún existe el riesgo de cicatrices, especialmente si la cirugía requiere abordajes abiertos.
• Necrosis del tejido: En raras ocasiones, el tejido puede sufrir daño debido a una interrupción en el flujo sanguíneo durante el procedimiento.

Sí, si tienes problemas respiratorios, puede combinarse con una septoplastia para corregir desviaciones del tabique y mejorar la función nasal.

Los cambios iniciales son visibles en unas semanas, pero el resultado final puede tardar entre 6 y 12 meses, ya que la inflamación residual desaparece gradualmente.

Sí, es común combinarla con procedimientos como mentoplastia (aumento de mentón) para mejorar el perfil facial.

Existen opciones como la rinomodelación con ácido hialurónico, pero estos tratamientos solo sirven para corregir defectos menores (como una giba pequeña o levantar la punta). No pueden modificar la estructura ósea ni corregir problemas funcionales, por lo que la única forma de realizar cambios permanentes es con cirugía.

Normalmente, la férula se retira entre 5 y 7 días después de la cirugía.

Se recomienda evitar gafas que apoyen sobre la nariz durante al menos 4-6 semanas. Si es necesario, pueden usarse gafas livianas con soporte en la frente.

En la consulta preoperatoria, el cirujano analiza la armonía facial del paciente y puede usar simulaciones digitales para mostrar un posible resultado, aunque siempre debe buscarse un equilibrio entre estética y función.