¿Qué es la septoplastia?
La septoplastia es una cirugía que corrige las desviaciones o alteraciones del tabique nasal, la estructura que divide las dos fosas nasales. Cuando este tabique está desviado, puede provocar dificultad para respirar, ronquidos, sinusitis repetitivas o incluso dolor de cabeza. El objetivo de esta intervención no es estético, sino funcional: mejorar la calidad de vida del paciente al permitir un flujo de aire normal.
¿En qué consiste la septoplastia?
Durante la operación, el cirujano accede al tabique a través de la parte interna de la nariz, sin dejar cicatrices externas. Una vez allí, remodela o recoloca el cartílago y el hueso para que el paso del aire sea más amplio y equilibrado.
La intervención suele durar alrededor de una hora y, en la mayoría de los casos, el paciente puede volver a casa el mismo día. La recuperación inicial es rápida, aunque la cicatrización completa puede prolongarse algunos meses.
Indicaciones principales
El recambio del tabique nasal mediante septoplastia está indicado cuando el paciente presenta:
- Obstrucción nasal persistente.
- Sinusitis crónica o recurrente.
- Hemorragias nasales frecuentes relacionadas con la desviación.
- Dificultad para dormir debido a ronquidos o apnea.
Conclusión sobre la septoplastia
La septoplastia es mucho más que una cirugía funcional: puede devolver al paciente la facilidad para respirar y mejorar su calidad de vida. Y cuando se combina con una rinoplastia, los resultados estéticos y funcionales se potencian, logrando una nariz armónica y saludable.
Septoplastia vs rinoplastia, diferencias
La septoplastia se centra en la función, mientras que la rinoplastia busca mejorar la forma externa de la nariz. Sin embargo, en muchos casos ambas cirugías se realizan juntas, en lo que se conoce como rinoseptoplastia.
- Septoplastia: corrige el tabique para mejorar la respiración.
- Rinoplastia: remodela la forma y el aspecto de la nariz.
- Rinoseptoplastia: combina ambos objetivos, logrando una nariz más estética sin comprometer la función respiratoria.
De hecho, para conseguir un resultado completo, es habitual que el cirujano valore la necesidad de combinar ambas intervenciones. Así se asegura que el paciente no solo mejore por fuera, sino que también respire mejor por dentro.